Al implantarse masivamente el teletrabajo (porque, esencialmente, no ha quedado más remedio), se ha producido un cambio a escala global en la vida cotidiana de muchas personas. Al alza de la productividad laboral se contrapone un delicado equilibrio entre vida personal y trabajo donde, lamentablemente, el trabajo a distancia no está ayudando todo lo que se esperaba.
Ventajas y desventajas de trabajar desde casa
Ventaja 1: pasas más tiempo con tu familia
Obviamente, el hecho de compartir más espacio con los tuyos contribuirá al equilibrio entre tu vida laboral y personal. Dejarás de tener la sensación de no poder estar en dos sitios a la vez, y siempre podrás vigilar con el rabillo del ojo a tus hijos mientras trabajas, o llevar a tu mascota al veterinario sin necesariamente invadir tu horario laboral.
Ventaja 2: evitas el tráfico
Los desplazamientos al trabajo (casi siempre, en hora punta) son un frecuente motivo de estrés que lesionan el equilibrio individual. No hay nada peor que comenzar el día llena de ansiedad al llegar tarde por culpa del tráfico, o regresar a casa agotada después de una jornada en la que, además de lidiar con clientes, proveedores, jefes y compañeros, has tenido que invertir en el coche las pocas energías que te quedaban.
Ventaja 3: esquivas distracciones innecesarias
Siempre y cuando cuentes con un lugar de trabajo donde te puedas concentrar, estarás libre de las distracciones típicas de tu oficina: el ruido de fondo, personas pasando constantemente a tu alrededor, interrupciones innecesarias de compañeros… Por lo tanto, es muy probable que consigas desempeñar mejor tu trabajo, y en menos tiempo del que tardarías en la oficina.
Desventaja 1: no hay separación entre vida personal y trabajo
El mero hecho de entrar o salir de la oficina acciona mecanismos en la mente. Cuando entras, te pones en «modo trabajo» y, al salir, regresas a tu espacio privado. Si el lugar de trabajo no cambia, puede ocurrir que el ámbito laboral no se separe de la vida personal, y tu mente difumine las líneas que los separan.
Desventaja 2: las «otras» distracciones
Es cierto que, trabajando desde casa, no te expondrás a ciertas distracciones, pero no por ello estarás exenta de situaciones que puedan interrumpirte más de la cuenta. Y si no, explícales a tus hijos o a tu pareja que no deben molestarte mientras trabajas. Si te están viendo ahí mismo, ten por seguro que vas a recibir más de una consulta que se podría evitar, simplemente, no estando allí de cuerpo presente.
Desventaja 3: la jornada se alarga hasta el infinito
Aunque es cierto que el marco jurídico español ha contribuido a proteger a los trabajadores en remoto (concretamente, con el Derecho a la Desconexión Digital), muchos jefes todavía conservan hábitos anclados en la cultura del presencialismo, y pueden tratar de extender el afán de control al hogar, mediante correos, llamadas o mensajes de WhatsApp fuera del horario laboral. Y aunque legalmente no estés obligada a atenderlos, no puedes dejar de pensar en las consecuencias negativas de no responderlos.
Cómo conciliar la vida personal y el trabajo desde casa
1. Prioriza y planifica
Extiende el equilibrio a tu trabajo, y no dejes que se acumulen las tareas urgentes. Aunque puede que tengas que alterar tus prioridades porque la empresa lo necesite, sí estará en tu mano anticiparte y acometer primero aquello que sabes que, de no hacerse a tiempo, se acabará convirtiendo en una emergencia, lo que te podría obligar a trabajar más allá de tu jornada.
2. Involucra a tu familia en las obligaciones domésticas
Al igual que cuando te ibas a la oficina, el trabajo desde casa no debe cambiar el hecho de compartir las tareas del hogar. No por estar trabajando en remoto significa que estés más disponible que antes para asumir esa responsabilidad. Por lo tanto, no dudes en concienciar a tu entorno de que las tareas domésticas son de todos, no solo algo que recaiga sobre tus hombros.
3. Respeta tus tiempos de descanso
Los intervalos de descanso durante tu jornada son esenciales, porque te ayudan a reducir tu sobrecarga mental y contribuyen a que estés más entera y concentrada durante el día. Si en la oficina hacías pausas para tomar un café, no dejes de hacerlo porque estés trabajando en casa. El descanso para comer tampoco es para trabajar y, una vez que tu jornada haya concluido, cierra todo tu equipo de trabajo y despídete hasta la mañana siguiente.
El equilibrio entre vida personal y trabajo es absolutamente necesario para tu bienestar personal. Al difuminarse los límites entre lo profesional y lo privado, te estarás exponiendo a un mayor agotamiento, y podrías experimentar una gran frustración a largo plazo. Te invito a que no dudes en priorizar tu propia salud, y que aproveches los beneficios del teletrabajo sin permitir que este vaya minando tu calidad de vida.
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