En un mundo en el que todo parece cada vez más complicado, el minimalismo como estilo de vida es una opción que atrae a numerosas personas. Mientras que desde fuera se nos impone la cultura del consumismo, muchos de nosotros luchamos para llevar una vida más sencilla, poniendo en valor nuestras prioridades, que no pasan precisamente por tener muchas cosas.
¿Qué es el estilo de vida minimalista?
Abogar por el minimalismo no significa que te deshagas de todas tus cosas y vivas rodeado de cuatro paredes. Esta es una idea bastante extendida pero errónea. Lo que defiende la cultura minimalista es que simplifiquemos nuestro estilo de vida.
Claro que puedes tener cosas, y no deberías limitarte a un número concreto de ellas, pero debes asegurarte de que sean elementos realmente útiles para ti y que te hagan feliz. Por ejemplo, si te gusta hacer deporte, puedes tener diferentes pares de zapatillas y equipaciones para entrenar, y eso seguiría siendo minimalismo.
Lo que ya no lo sería es acumular ropa deportiva en casa cuando hace años que no practicas nada de deporte.
Lo que busca el minimalismo es hacer nuestra vida más sencilla a todos los niveles. Si no tienes mucho tiempo para limpiar ¿para qué vas a tener una gran alfombra en el salón por muy de moda que esté? En tu caso sería mejor tener un suelo despejado que puedas tener listo en apenas un par de minutos.
Al adoptar un estilo de vida más sencillo y rodearnos solo de las cosas que verdaderamente necesitamos, descienden notablemente nuestros niveles de estrés, porque no gastamos tanto dinero y podemos dedicarnos a aquello que de verdad nos gusta. Quizá aquí esté la razón que explica el éxito de esta forma de vida.
Claves para vivir el minimalismo como estilo de vida
Ahora que tienes más claro qué es ser minimalista, es posible que sientas la tentación de abrazar este estilo de vida. Si es así, te recomiendo el documental de Netflix “Minimalismo: menos es más” de Joshua Fields y Ryan Nicodemus. (Ver Trailer) Es una buena forma de hacer una aproximación a esta filosofía.
Por otro lado, hay algunos pequeños grandes cambios que puedes poner en marcha. Para empezar comienza con una limpieza en profundidad de tu casa y deshazte de todo aquello que no necesitas. Comienza armario por armario y te sorprenderá ver que poco a poco vas eliminando cosas de tu vida con más facilidad.
Tras la limpieza asegúrate de aplicar una política de compra inteligente. Reduce la cantidad, pero aumenta la calidad y aplica la regla “si entra uno sale otro”. Esto evitará que acabes de nuevo acumulando cosas que no vas a usar.
También puedes llevar el minimalismo a tu alimentación. Elimina de tu dieta precocinados, azúcares refinados y todos esos productos que tu organismo no necesita para nada y sustituirlos por productos frescos y sanos.
En cuanto a tu tiempo, no dudes en abogar por la simplicidad. Aprende a decir “no” y no te comprometas con cosas que realmente no quieres o no puedes hacer. Organiza tus tareas diarias y deja siempre un poco de tiempo para dedicártelo a ti mismo.
¿Qué beneficios trae una vida minimalista?
Un estilo de vida minimalista tiene 5 grandes beneficios:
- Recuperar nuestro tiempo. Cuánto tiempo perdemos a lo largo de nuestra vida pensando en cosas que queremos comprar y buscando las mejores opciones a la hora de comprar. Ganar tiempo es fácil si no compramos tanto y esto nos conduce al siguiente beneficio.
- Disponer de más dinero. Muy sencillo: si consumimos menos, gastamos menos y, por lo tanto dispondremos de más dinero. Disponer de más dinero es fantástico, pero los beneficios no terminan aquí.
- Todo está más a mano y ordenado. El orden es una consecuencia inmediata. Al poseer menos bienes materiales es más fácil limpiar y tener todo ordenando.
- Consumir de forma más sostenible. Un estilo de vida minimalista nos beneficia pero también limita los efectos negativos que se derivan de nuestro consumo. Hoy en día es casi imposible un consumo 100% sostenible pero mediante el minimalismo, minimizamos nuestro impacto negativo en el medio ambiente y en la humanidad.
- Ser feliz. Con el minimalismo se aprende que se necesita muy poco para ser feliz. Al no existir necesidades más allá de las esenciales, raramente nos frustramos o nos sentimos insatisfechos. Permite también disfrutar del presente al no tener nuestra mente enfocada en cómo satisfacer deseos materiales y vuelves a vivir el aquí y ahora. Cuanto más poseamos, más obstáculos se interponen en nuestro presente y nuestra felicidad. El secreto de la felicidad no es crear y satisfacer necesidades, sino aprender a necesitar menos y vivir en el presente.
El minimalismo como estilo de vida puede cambiar radicalmente y a mejor la forma en que te sientes. Identifica lo que es importante para ti y elimina todo lo demás de tu vida. Te sorprenderás con los resultados.
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