La corresponsabilidad familiar es una forma de organizar las tareas domésticas y las responsabilidades familiares que juega a favor de los miembros de la unidad familiar, consiguiendo que todo el mundo se sienta útil en función de sus capacidades y reduciendo el estrés de las mujeres.

Las mujeres somos las que seguimos asumiendo gran parte de la responsabilidad familiar, y esto puede ser fuente de problemas de salud a nivel físico y mental. Si aprendemos a delegar, y concienciamos a nuestros seres queridos, la corresponsabilidad puede ser una realidad en nuestra vida.

Qué es la corresponsabilidad

Para empezar a aliviar el estrés, primero debemos tener claro qué es una corresponsabilidad familiar. Esta se define como un reparto equilibrado de las responsabilidades familiares, de manera que exista una distribución equitativa en el tiempo que mujeres y hombres dedican al cuidado del hogar y de la familia.

Los roles sociales se han marcado a fuerza de costumbre y, aunque en muchos hogares hombres y mujeres comparten responsabilidades, la carga que cae sobre nosotras continúa siendo mayor. En algunos casos, ellos ponen la excusa de que no saben hacer algo o su pareja lo hace mejor. En otros, es la mujer la que no puede evitar revisar constantemente las tareas que ha hecho su pareja porque cree que no lo hace bien.

Para que haya corresponsabilidad, los hombres deben implicarse, pero también las mujeres debemos aprender a delegar. Entender que los demás pueden hacerse cargo de las tareas tan bien como podríamos hacerlo nosotras mismas. Si no pensamos así, no lograremos estar tranquilas ni descansar aunque otra persona esté haciendo tareas que antes asumíamos nosotras.

Además, la corresponsabilidad familiar se extiende a medida que crece la familia. Si hay hijos, estos deben ir asumiendo tareas domésticas y de autocuidado adecuadas a su edad. Cuanto más autónomo e independiente sea cada miembro de la familia, menos responsabilidad hará recaer sobre el resto, mejorando así el estado de ánimo y la salud de todos.

Por qué es tan importante la corresponsabilidad familiar

Una vez entendido el significado de corresponsable, lo qué es y que requiere implicación por todas las partes, es momento de analizar la verdadera importancia de repartir de forma equitativa las responsabilidades familiares.

Si este concepto se ha vuelto fundamental es porque es uno de los pilares para alcanzar la igualdad de género y fomentar la conciliación entre la vida familiar y la profesional.

Para una mujer, es imposible conciliar si tras una jornada de trabajo tiene que dedicar la totalidad del poco tiempo libre que tiene a asumir responsabilidades en casa. Esto le generará una sensación de agotamiento que afecta de manera directa a su bienestar.

Cuando esta situación se prolonga en el tiempo, lo normal es que aparezcan episodios de estrés, de ansiedad y depresión que se vuelven más frecuentes cada vez.

La solución pasa por repartir las responsabilidades de una manera equitativa. Por ejemplo, mientras la madre o padre recoge a los niños del colegio y los lleva a las extraescolares, el otro se encarga de preparar la comida del día siguiente, o incluso dedica ese rato a descansar. Al día siguiente, o a la otra semana, se invierten las tornas.

Hay muchas formas de repartirse las tareas, lo importante es que al final haya un equilibrio. Si se hace así, mejora la calidad de vida de la familia, e incluso mejora la relación entre los miembros de la pareja.

Cómo fomentar la corresponsabilidad familiar en el hogar

Crear un sentimiento de equipo

Es crucial que los miembros de la familia se sientan parte de un equipo y estén dispuestos a involucrarse para que todo el mundo esté mejor. Si estamos dispuestos a remar en la misma dirección, resulta mucho más sencillo entablar una negociación para repartir de manera equitativa las responsabilidades familiares.

Identificar y repartir las tareas

Es buena idea crear una plantilla con las diferentes tareas que hay que hacer en el hogar e ir repartiendo las mismas. En este sentido, es interesante que las tareas vayan rotando. Por ejemplo, que no siempre sea el hombre el que limpia el coche ni la mujer la que prepara el menú semanal.

Como ya hemos comentado antes, si hay niños, hay que empezar a asignarles tareas basándonos en su edad. Como en un primer momento van a necesitar ayuda para asumir las nuevas responsabilidades, habrá que repartir también el tiempo que cada adulto va a dedicar a ayudar a los pequeños.

Crear plantillas de tareas

Una forma de hacer un reparto más dinámico es crear un tablón con diferentes tareas y hacer un pequeño concurso. El miembro de la familia que llegue al final de la semana con más tareas hechas recibe un pequeño premio. Esto tan sencillo consigue impulsar la participación y el interés por hacer cosas.

Avanzar en la corresponsabilidad familiar es avanzar en el cuidado de la salud mental y física de las mujeres. Pero el primer paso debemos darlo nosotras. ¿Necesitas ayuda para organizar tu tiempo y repartir las responsabilidades? Si es así, estoy aquí para asesorarte. ¿Hablamos?