Preparar un viaje es un momento de ilusión, pero también una fuente de estrés. Por un lado, te sientes ilusionada ante la perspectiva de pasar unos días de vacaciones, incluso de conocer un nuevo destino. Pero, por otro, si toda la responsabilidad de la preparación recae sobre ti, es normal que sientas una importante carga mental.

La clave para que el estrés no se apodere de ti en los días previos a tomarte un descanso de la rutina diaria está en hacer una buena planificación y tomarte las cosas con calma. Si quieres saber cómo lograrlo, no te pierdas los siguientes consejos.

Planifica con tiempo

Este es uno de los mejores trucos cuando hablamos de cómo preparar un viaje. La anticipación te permite investigar y buscar información sin que tengas esa sensación de agobio que aparece a última hora.

En cuanto sepas qué días tienes de vacaciones, puedes empezar a buscar alojamiento, transporte, etc. De hecho, si tienes en mente algunos destinos que te gustaría conocer, puedes dedicar algo de tu tiempo libre a investigar sobre ellos, aunque todavía no sepas cuándo serán tus próximos días de descanso. De esta forma, cuando llegue el momento de hacer la planificación, lo tendrás todo mucho más claro.

Elabora una lista de tareas

Las listas son esenciales cuando se trata de organizar y priorizar tareas. Coge papel y lápiz, o usa la aplicación de notas de tu móvil, y empieza a tomar nota de todo lo que tienes que hacer antes de salir de viaje.

Por ejemplo: preparar la maleta, pasar por la farmacia a recoger los medicamentos del niño, informar a tu compañero de trabajo de las tareas que tiene que asumir durante tu ausencia, etc.

Prioriza lo esencial

Al elaborar la lista seguramente te hayas dado cuenta de que tienes bastantes cosas que hacer. No te preocupes y no dejes que esto sea un motivo de agobio. Coge ese listado y ordena las tareas según un orden de prioridades.

En la medida de lo posible, intenta establecer un calendario para ir llevando a cabo las tareas pendientes unos días antes de tu partida. Cuantas menos cosas dejes para el último momento, mucho mejor.

Organiza la documentación

Esto siempre es importante, pero lo es todavía más si vas a viajar al extranjero. Asegúrate de que tanto tu DNI como tu pasaporte están en vigor. Ten a mano los visados, los seguros de viaje y toda la documentación que te haga falta.

Además del soporte físico, procura hacer una copia digital de los billetes y toda la documentación relacionada con tu viaje. Súbela a la nube para asegurarte de que tienes esas copias siempre a mano.

Procura llevar tu documentación en tu equipaje de mano. Ponla en tu bolso o mochila, no metas nunca los documentos en la maleta.

Delega responsabilidades

Preparar un viaje en familia es todavía más estresante que organizar un viaje por tu cuenta o con amigas, porque muchas veces parece que tienes que encargarte tú de todo.

Esto es una gran fuente de carga mental, así que es hora de que cambies tu mentalidad y empieces a delegar.

Tu pareja y tus hijos deben asumir sus propias responsabilidades y formar parte del reparto de tareas para que todo esté listo cuando llegue el momento de salir de vacaciones. Si cada miembro de la familia se encarga de hacer una cosa, la organización será mucho más rápida y efectiva.

Recuerda que no solo tienes que delegar, también debes confiar. Es decir, no tienes que ir luego detrás asegurándote de que todo está hecho (en el caso de los niños más pequeños sí que habrá que realizar una supervisión, pero puedes repartir este trabajo con tu pareja). Si les das un voto de confianza a los demás, te sorprenderás viendo lo colaborativos que pueden llegar a ser.

Prepara la maleta con tiempo

Preparar la maleta de viaje es un momento de bastante estrés. Para que esto sea un poco menos complicado, recurre de nuevo a elaborar una lista y ve tachando cosas a medida que las pongas en tu equipaje.

Otra forma de evitar los agobios es simplificando. No necesitas llevar muchas cosas, limítate a lo esencial. Si te falta algo que sea realmente necesario, podrás comprarlo en tu destino. En cuanto a la ropa, si no llevas demasiada, puedes lavarla en una lavandería autoservicio y la tendrás lista en una hora.

Descansa

Si notas que te estás agobiando, hay que evitar entrar en un bucle de ansiedad. Lo mejor en este caso es que te tomes un descanso. Sal a dar un paseo o ponte un episodio de tu serie favorita. Cuando te encuentres mejor, puedes continuar con lo que tenías entre manos.

 

Recuerda que preparar un viaje debería ser una experiencia positiva y cargada de ilusión. No asumas la tarea como una responsabilidad más que cae sobre tus hombros. Una buena planificación y la colaboración de los demás conseguirán que los días previos a las vacaciones sean mucho más tranquilos. Y si necesitas un poco de ayuda extra para organizarte, cuenta conmigo para ello.