La carga mental es la causante del “síndrome de la mujer agotada” de tener que pensar en todo, para todos y todo el tiempo.

Una de las viñetas del libro de Emma Clit.
La carga mental es la tarea invisible y poco valorada que sufrimos la gran mayoría de las mujeres.
Pensar en el menú de la semana, en la lista de la compra, en gestionar el seguro, pedir cita al pediatra para las vacunas, preparar la cena, poner la lavadora, planchar la ropa y un largo etc. Una lista en bucle en nuestra cabeza.
La carga mental no es un concepto nuevo. Fue definido en 1984 por la socióloga Francesa Monique Haicault, y se describe por tener que pensar simultáneamente en cosas que pertenece a dos mundos físicamente separados. Por ejemplo, cuando estamos trabajando y pensamos en todo lo que debemos hacer por la noche cuando lleguemos a casa.

Ese “Runrún” que tenemos casi siempre las mujeres en la cabeza. Todos esos pensamientos que nos vienen a la mente como recordatorios de todo lo que tenemos que gestionar, organizar, planificar, coordinar, supervisar y ejecutar, es una carga que pesa mucho cuando las responsabilidades del hogar y de la familia NO se comparten.
Según el estudio “Por una responsabilidad compartida” realizado por “Próxima a ti” de P&G: En España 3 de cada 4 mujeres sufren carga mental, aunque un 44% de ellas desconoce el concepto y el 45% nunca ha hablado del problema con nadie.
El peso de la planificación de la logística del hogar sigue pesando más en la mente de la mujer. Incluso en los hogares dónde las tareas domesticas están repartidas equitativamente con el hombre, son casi siempre las mujeres quienes planifican las tareas que hay que llevar a cabo.
¿Tienes carga mental?
La carga mental provoca estrés, ansiedad, problemas para conciliar el sueño, tensiones con la pareja y los niños. Nos crea muchas frustraciones por esa sensación de no llegar a todo, de que nos faltan horas, y sobre todo nos impide desconectar.
Las 5 señales que indican que sufres de una carga mental demasiada elevada
1 – ESTÁS AGOTADA
Te sientes agotada. Al final del día, sólo deseas irte a la cama o te levantas cansada, con muy pocas ganas de empezar un nuevo día.
2 – ESTÁS A “FLOR DE PIEL”
Tienes la sensación de sentirte susceptible continuamente:
Te enfadas porque tu pareja te hace un simple comentario sobre lo que has cocinado, o te pones a llorar cuando tu niño te pide el chándal que aún no has lavado. Lo más probable es que sufras de hiperreactividad emocional, debido a tu sobrecarga mental. Son emociones intensas que surgen con facilidad y te sientes en la incapacidad de controlarlas.
3 – TIENES ALTERACIONES EN TU SALUD
El cuerpo te envía señales, indicándote que algo esta pasando:
- Pequeñas alergias
- Dolor de cabeza
- Problemas digestivos
- Dolor de espalda
- Perdida de memoria
4 – PROBLEMAS DE SUEÑO
Te cuesta conciliar el sueño por estar pensando y no consigues relajarte, o te despiertas en plena noche acordándote, por ejemplo, de una tarea que has olvidado hacer durante el día.
5 – FALTA DE CONCENTRACIÓN Y DISMINUCIÓN DE TU PRODUCTIVIDAD
Notas que te cuesta concentrarte en una sola cosa a la vez, o tienes la sensación de que no eres tan eficiente como antes, y eso te genera mucha tensión y frustración.
TOMAR CONSCIENCIA Y PASAR A LA ACCIÓN

Tomar consciencia de nuestra carga mental es el primer paso para poder aliviarla. No poder desconectar nunca, NO es nada saludable a la larga, ni para ti ni para tu entorno.
Tomar consciencia de que tenemos un problema, es lo más difícil, sobre todo cuando llevamos tiempo en “Piloto automático” y hemos dejado de pensar en nosotras mismas. NO debes llegar al límite para levantar la mano y pedir ayuda.
¡Haz visible YA tu carga mental y sobre todo aprende a COMPARTIRLA!
Como punto te partida, te invito a ver esta campaña de concienciación de la carga mental de “Próxima a ti” de P&G y compartirla con tu pareja para iniciar una conversación sobre ella.
Carga Mental: ¿A ti te pasa? – https://youtu.be/4mukTQTUitk
Una vez que hayas tomado conciencia y hayas compartido con tu pareja tu problema de exceso de carga mental, te invito a pasar a la acción para aliviarla.
Soy consciente que disminuir nuestra carga mental no se consigue de un día para otro. Para ayudarte en tu camino, te indico a continuación algunos consejos que me han ayudado en mi propio proceso de liberación. ALIVIAR tu carga mental empieza por ti, en mi próximo post te explicaré cómo compartir tu carga mental fomentando la corresponsabilidad en tu casa.
Seis consejos para aliviar tu carga mental

1 – SUPERWOMAN NO EXISTE
Uno de los primeros pasos, es dejar tu capa de Superwoman. Somos las primeras en ponernos una presión exagerada. Recuerda que Superwoman NO existe y es una muy buena noticia.
2 – DEJA DE SENTIRTE CULPABLE
La perfección NO existe. Ser perfeccionista es perseguir lo imposible, y eso no hace más que cansarte y perjudicarte.
¡No pasa nada por tener que recurrir una noche a unas croquetas congeladas!
Debemos ser consciente que nuestras exigencias, son a menudo desproporcionadas, nos las creamos e imponemos a nosotras mismas.
3 – REVISA EL NIVEL DE TU EXIGENCIA
Tienes que deshacerte de esa tendencia a pasar por detrás de las tareas domésticas realizadas por tu pareja o por tus hijos. ¡El trabajo está hecho, punto! No lo vuelvas a hacer, aunque no te guste el resultado.
4 – APRENDE A CONFIAR
¡Incluso si las tareas no se ejecutan como a ti te gustaría, no pasa nada! Con el tiempo, tu pareja y tus hijos mejorarán, debes confiar en ellos y animarlos.
5- APRENDE A PRIORIZAR
Es importante anotar en una lista TODAS las cosas que tienes pendientes, para quitártelas de la cabeza, PERO diariamente comprométete sólo a llevar a cabo de tres a cinco tareas como mucho.
Dedica cinco minutos todos los días antes de empezar tu jornada, a ver tu lista de tareas pendientes y escribe en tu agenda las que llevarás a cabo hoy, así las visualizarás y serás más consciente de ellas, será como tu hoja de ruta del día.
6 – ¡TÓMATE TIEMPO PARA TI, TODOS LOS DIAS, ¡ERES LO MÁS IMPORTANTE!
Tómate descansos durante el día, aunque sea de cinco minutos, para concentrarte en tu respiración. Una buena respiración consciente regula tus emociones y alivia las negativas, proporcionándote un interesante equilibrio.
Si buscas soluciones concretas, para aliviar tu carga mental y simplificar tu vida cotidiana, te puedo acompañar y ayudar te invito a visitar mi web.
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