La carga mental en mujeres es un término que hace referencia a las tensiones provocadas en una persona por la cantidad de esfuerzo mental y emocional que debe realizar para conseguir un resultado determinado. Está vinculada a la necesidad de procesar información de forma constante, y a la toma de decisiones para la ejecución de tareas diarias.
Es un problema que se ha extendido en el ámbito familiar y doméstico, y está principalmente afectado por el género, por eso también se le conoce como «síndrome de la mujer agotada».
La carga mental en mujeres
El concepto de carga mental fue descrito por primera vez en 1996 por la socióloga Susan Walzer en un estudio que tituló Thinking about the baby. Se trata del síndrome que afecta a las mujeres que viven abrumadas y sobrepasadas por la cantidad de responsabilidades de su día a día: hacer la compra, planificar los menús diarios, tener todos los pagos de facturas actualizados, ayudar a los peques a hacer los deberes, asistir a las reuniones del AMPA, llevarlos al pediatra, mantener la casa limpia y recogida, preparar el disfraz para la función del cole, etc.
Los datos son claros, un 73 % de las mujeres encuestadas dicen que son ellas las que se encargan de hacer la lista de la compra, y un 80 % afirma que solo ellas saben en casa cuándo toca poner la lavadora. Un esfuerzo mental que hasta ahora no se toma en consideración, y que se suma a las presiones del entorno laboral y a las obligaciones familiares, entre otras cosas.
A qué puede deberse la carga mental
La carga mental apenas se reconoce, es silenciosa y poco se habla de ella. Los cuidados domésticos apenas se valoran, a pesar de ser un pilar básico de la economía, e incluso del éxito profesional de muchos hombres. Aunque poco a poco el concepto va cambiando, históricamente se ha entendido que la gestión del hogar es una cuestión esencialmente femenina que las mujeres hacen de forma instintiva.
Ahora que los varones han decidido «ayudar» en algunas tareas domésticas para demostrar que son corresponsables, parece que el tema se puede dar por concluido. Pero la carga mental sigue ahí, porque ayudar no equivale a corresponsabilidad.
Según las encuestas un 71 % de las mujeres sufren carga mental frente al 12 % de los hombres. En España, 3 de cada 4 mujeres la experimentan, aunque el 40 % no son conscientes de ello, es decir, nunca han oído hablar de la carga mental y no han identificado los motivos de su estrés. La maternidad empeora la situación y la carga mental en mujeres aumenta al 91 %.
Las tareas que asumen las mujeres abarcan todo tipo de cuidados y responsabilidades: desde garantizar una alimentación adecuada a la familia, el mantenimiento de la salud, del hogar, de la vestimenta, hasta todas las funciones de apoyo escolar, emocional y psicológico, además de mantener las relaciones sociales y los vínculos familiares. Un peso demasiado grande como para que no termine teniendo algún tipo de impacto en la salud y la calidad de vida general de las mujeres.
Cómo aliviar la carga mental en mujeres
Aunque la implicación del entorno y el reparto equitativo de las tareas es la forma más eficaz y práctica para aliviar la carga mental, no podemos dejar que nuestro bienestar dependa de otras personas. Quizá, el primer paso es dar el paso y soltar lastre; alejarse de las personas que hacen que la vida resulte más complicada, en vez de simplificarla. Pero, además, se pueden aplicar los siguientes consejos:
No verse como la única responsable
Aprender a delegar es fundamental para liberarse de la carga mental. No eres la única que sabe cómo hay que hacer las cosas, los demás también pueden aprender a ser más autónomos sin tu ayuda o supervisión. Es difícil, a veces, no poder controlarlo todo, pero también hay que saber relativizar, relajarse y aceptar que no todo tiene por qué salir perfecto.
Soltar carga mental
Hay que acostumbrarse a desconectar. Si es tu momento de relax, y los demás se van a encargar de hacer la cena, no entres en la cocina a fregar los cacharros o a comprobar lo que están haciendo. Cada miembro de la familia debe cumplir con sus encargos y con su parte de responsabilidad. ¿Que es el cumpleaños de tu suegra? Deja que sea su hijo el que se encargue de recordar la fecha y comprar un regalo. Así con todo.
Separar lo urgente de lo importante
Esto es clave para rebajar el nivel de estrés, especialmente en un ritmo de vida en el que todo nos parece urgente. Sin embargo, muchas de las tareas pendientes que nos agobian no tienen por qué hacerse en ese mismo momento. Tener claro qué posponer y que no, puede ayudar a repartir mejor las tareas, y a llevar el día a día un poco más relajadamente.
Desconectar
Elegir un día para desconectar por completo puede ser increíblemente terapéutico. Apagar el móvil y prescindir de redes sociales e internet durante el fin de semana, por ejemplo, y emplear ese tiempo en acciones de autocuidado, es una manera de recargar pilas, y disfrutar de esa pausa mental tan merecida.
Recuerda que sois un equipo en el que cada miembro tiene que cumplir su parte. Solo así se puede aliviar la carga mental en mujeres. No abarques más de lo que te corresponde y aunque al principio pueda parecer un caos, verás que poco a poco todo va fluyendo.
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