Tener una cocina ordenada es una gran apuesta si buscamos reducir el estrés en nuestra vida. No solo conseguimos que desaparezca ese ruido mental que genera el desorden, aun de forma inconsciente. También nos ayuda a aprovechar mejor el tiempo y organizarnos mejor en un espacio tan importante del hogar.

Uno de los mayores beneficios que aporta el orden es la disminución del estrés y el aumento de concentración, además de que nos ayuda a optimizar mejor nuestro tiempo libre. Pero no solo eso, una casa bien organizada aporta una sensación de equilibrio y estabilidad únicos para ti y tu familia.

8 trucos para tener tu cocina ordenada

La cocina es un lugar donde pasamos muchas horas al día. Es donde amanecemos por las mañanas, donde cocinamos las comidas que nos alimentan o los postres con los que queremos agasajar a nuestros seres queridos. Es un punto de reunión, de charla y de celebración. Por eso, el orden es fundamental tanto por cuestiones prácticas como por las buenas sensaciones y la calma que aporta.

Pero ¿cómo ordenar la cocina? Hay que reconocer que es una de las zonas más difíciles de organizar, precisamente por el uso constante que se le da. Para que todo sea más sencillo, estos son algunos trucos útiles que funcionan muy bien.

1. Las encimeras siempre despejadas

La paz que aporta una cocina con encimeras despejadas es algo que se nota al instante. Así que ese debe ser uno de los primeros objetivos para tener una cocina ordenada. Esto significa que no podemos usar las encimeras como una estantería para almacenar cosas. Como mucho podemos dejar la cafetera o la kettle, pero no mucho más.

Cuando las superficies de la cocina están libres de objetos, la sensación de orden es instantánea y, además, se pueden mantener limpias y brillantes con más facilidad.

2. Cocinar y después limpiar

Si nos fijamos en los programas de cocina, los chefs siempre van limpiando los utensilios y la mesa o la encimera a medida que lo van utilizando. Es cuestión de integrarlo como un hábito cada vez que cocinamos, para no terminar dejando todo hecho un desastre.

Además, si conseguimos mantener el orden, incluso peleando con una receta complicada, podremos disfrutar mucho más del momento, sin estresarnos porque no tenemos ni un hueco libre entre tantos trastos para apoyar la batidora.

3. Tener solo lo necesario

Uno de los problemas para ordenar la cocina es el exceso de herramientas, accesorios y gadgets de cocina. Lo más sensato es contar solo con los utensilios que se utilizan con frecuencia; si lo pensamos bien, no son tantos. A menudo caemos en la tentación de adquirir aparatos originales que parece que nos van a facilitar la vida, y que al final solo usamos una vez y se quedan ahí ocupando espacio.

4. Cada cosa en su sitio

A la hora de ordenar los armarios de cocina, es fundamental agrupar los objetos por categorías. Igual que hacemos con nuestra ropa. Por ejemplo, un sitio para las cazuelas, otro para las sartenes, otro para los cubiertos, otro para las fuentes y ensaladeras, etc.

Evidentemente, no basta con asignar un lugar a cada cosa, después hay que mantenerlo. El desorden ocurre precisamente cuando los objetos comienzan a dejarse en el sitio que no les corresponde, así que lo más importante es mantener el orden elegido.

5. La comida también agrupada

Cuando estemos ordenando la cocina hay que seguir las mismas pautas con los alimentos, tanto en las despensas como en el frigorífico. Hay que guardarlos por categorías. Las conservas todas juntas y ordenadas por clase; las especias en una caja abierta bien agrupadas, las legumbres, arroces, pastas, frutos secos y harinas en tarros de cristal para saber qué es cada cosa y cuando queda de cada producto.

6. Cazuelas y sartenes: menos es más

El armario de las cazuelas y las sartenes suele ser el más caótico por el simple hecho de a veces, por su forma y tamaño no sabemos cómo organizarlo. El primer paso es intentar tener solo los utensilios de verdad usamos. Si tenemos tres ollas y solo usamos una, hay que considerar regalar las que no utilizamos o venderlas de segunda mano.

Como ya hemos adelantado, el minimalismo es una máxima crucial para el orden en la cocina y esto significa disponer solo de los objetos que realmente nos hacen falta. Dicho esto, la mejor forma de guardar sartenes y cazuelas es en forma piramidal, de más grande a más pequeña, manteniendo cada cosa con su tapa. Existen organizadores para tapas en forma de rejilla que pueden ser muy útiles.

7. Usar separadores

Los separadores para los cajones son una gran solución para una cocina donde hay que mejorar el orden. Se pueden usar para los cubiertos o para cualquier cajón en el que queramos guardar pequeños objetos.

Otra opción práctica y muy estética es la organización vertical, que es muy útil en caso de accesorios más grandes como cucharas de palo, espumaderas, pinzas, y similares. De nuevo la clave está en agrupar utensilios por categoría con la ayuda de separadores, cajas, cestas o colgadores.

8. Un espacio exclusivo para el desayuno

Una tendencia muy práctica y cómoda que se ve en muchas cocinas es reservar un pequeño armario o un estante para todo lo que necesitamos para el desayuno. De esta forma podemos tener a mano el exprimidor, las tostadas, el café y la taza, y después volver a colocarlo todo sin esfuerzo en el mismo lugar. Es una idea que se agradece mucho, sobre todo cuando hay que madrugar.

Con estos consejos conseguirás tener una cocina ordenada, pero si aun así necesitas consejo o servicio profesional para mejorar la armonía en tu hogar, estaré encantada de ayudarte.