Si sabes que para ti es un agobio llevar a cabo tu cambio de armario, sigue mi paso a paso y lo harás al nivel de las profesionales del orden. El temido cambio de armario no podrá contigo si sigues estos cinco consejos.
Planifica y vencerás
Para que el cambio de armario sea ágil, dedica tiempo a planificar y a organizarlo antes de pasar a la acción. Piensa dónde, cómo y por qué vas a organizar tu armario de una determinada manera. También es importante que observes tu armario y reflexiones sobre los siguientes puntos:
- ¿Tengo en mi armario demasiadas prendas y me gustaría minimizarlo?
- ¿Dónde voy a llevar las prendas de las que quiero deshacerme? ¿Quiero vender algunas?
- ¿Dónde y cómo voy a guardar la ropa hasta la siguiente temporada? ¿Necesito material: cajas, bolsas, fundas? A mí personalmente me gustan las cajas de plástico transparentes de Plastic Forte que tienen tapa reforzada con cierre hermético y una pequeña apertura para que la ropa esté ventilada. Las cajas de tela de Ikea, modelo stuk y skubb son también muy buena opción.
- ¿Cuándo es el mejor día para hacer el cambio de armario? ¿Cuánto tiempo necesito para hacerlo? Tienes que escoger un día en el que tengas tiempo para que lo puedas hacer sin prisas y sin distracciones. Reserva mínimo entre dos y tres horas para hacerlo, dependiendo del tamaño de tu armario.
Visualiza tu armario ordenado y organizado
Si se te viene el mundo encima cada vez que tienes que realizar el cambio de armario, piensa, visualiza y anota todos los beneficios que te aportará hacerlo y los inconvenientes si no lo haces. Te ayudará durante el proceso, podrás leer tus notas si te bloqueas y te motivará lo suficiente para seguir con el proceso.
Manos a la obra
Antes de pasar a la acción, ponte ropa cómoda, tu música favorita y preparate una bebida. Intenta tomarte ese momento como algo placentero. Disfruta imaginando lo ordenado que te va a quedar tu armario.
- Saca toda la ropa del armario y déjala organizada encima de tu cama según el tipo de ropa: junta todos los pantalones, vestidos, las faldas, camisas, camisetas etc.
- Aprovecha que esté vaciado tu armario para limpiarlo.
- Ten preparadas las cajas o bolsas donde vayas a guardar la ropa de la temporada que ha terminado.
- Antes de doblar y guardar las prendas, tienes que decidir, prenda por prenda, lo que se queda y lo que se va, preguntándote: ¿Me siente bien? ¿Me gusta mucho? ¿Me lo he puesto esta temporada?. Si no lo has hecho, aunque te guste mucho, no va contigo o quizá tienes otras similares; descártala sin dudarlo. Ve poniendo en una bolsa aparte la ropa que vas descartando, para donarla. Soy consciente de que a veces es complicado deshacerse de nuestra ropa, PERO si uno de tus objetivos es simplificarte la vida o poner fin a la acumulación y al caos, tienes que hacer esa tarea.
- A continuación, trae las cajas de la ropa de la temporada que comienza. Saca todas las prendas y aprovecha para revisar si necesitas deshacerte de algunas que estén gastadas o que ya no te valgan. Plancha lo que se haya arrugado.
- Asigna un lugar para cada cosa. Vete colgando en el armario tu ropa por secciones. Todas las faldas juntas, las camisetas juntas, ropa de deporte junta etc. y mejor aún, si puedes por colores. Ahorrarás tiempo a la hora de elegir tu ropa porqué lo verás y encontrarás mucho más fácilmente. Idealmente, tienes que COLGAR: abrigos, chaquetas, vestidos, pantalones, camisas. Y DOBLAR EN VERTICAL, es el doblado que mejor aprovecha el espacio en cajones o cestas: Camisetas, ropa interior, pijamas, vaqueros, etc.
- Ahora dobla y guarda las prendas de la temporada pasada en las cajas. Ciérralas y guárdalas en el momento, en el lugar donde vayan a ir.
- Mete en la bolsa de donar lo que hayas descartado y déjala a la entrada de casa para obligarte a llevarlo al contenedor de ropa o donde lo vayas a entregar, cuanto antes.
Disfruta de tu armario
¡HECHO! lo has conseguido. Después del esfuerzo llega la recompensa y ahora te toca disfrutar de la paz mental y la calma que da el orden cada vez que abres las puertas de tu armario.
Mantén el orden
Como ya sabes, mientras el orden invita a la calma, el caos es sinónimo de estrés, así que mantén el orden que tú misma has creado. Guarda cada día la ropa que te has quitado, la recién doblada o planchada. Esfuérzate para respetar el lugar que le diste a cada prenda, sobre todo al principio, hasta que consigas cambiar tus hábitos.
Hasta aquí mis consejos para hacer tu cambio de armario. El objetivo es siempre el mismo, ganar en orden y claridad visual para que esto se traduzca en una sensación de paz mental duradera. Si tienes un armario pequeño te comparto mis trucos para organizarlo.
Comentarios recientes